Va creciendo
Sembraste en la tierra de mi cuerpo tus semillas, tomaste el arado de tus manos, marcaste surcos con tus caricias y regaste con tu lubrica saliva aquellos retoños que sabias habrías de cosechar algún día, con secretas risas hacías crecer aquellos arbustos.
Que enraizaban cada vez más profundo pecho adentro, les ofrecías el calor fugaz de tus abrazos mirando a disimulo mi cuello suspirabas un va creciendo.
Imperceptiblemente sus raíces se abrían paso a mi corazón, envolviéndolo de ti, dominándolo con tú esencia,
penetraron sin indulgencia alguna a mi última coraza convirtiéndola en su abono, nutriéndose aun más de este núcleo.
Y sin saber en que momento comencé a amarte, busque más que nunca de tus brazos.
Mientras tanto aquella planta maduraba teñida de azul, azul como el color con que Te cielo.
Te acercaste una vez más a mí, necesitabas asegurarte de su crecimiento, tomaste mis labios y con la tibieza de tu boca,
procesaste infusión de aquellos brotes, saboreaste su sabor y coloreaste mis mejillas con la pesadez de tus brazos, te alejaste para decir en un suspiro,
va creciendo.
Soy invernadero de tu pasión, soy aquella tierra que nutre nuevas emociones para ti, después de todo eres ese hombre que sembró sus semillas en la tierra de mi cuerpo, que profuso surcos con caricias, eres ese hombre que rego con su saliva los retoños que bien sabias algún día abrías de cosechar.
¿Y yo?, yo soy otro hombre, que mira el correr del crecimiento en este arbusto que es azul, azul como el color con que Te cielo.
Soy quien mirara sin temor sus arabescos, quien mirara con curiosidad su engrosamiento.
Soy yo ese hombre que vera la hora de su muerte, quien vera la hora en que seque esta planta que es azul, azul como el color con que Te cielo.
Mas alguna espina siempre queda encajada, atorada en el velo de mi mente donde se que nunca olvido.
Donde otro arado, donde otra baba, donde otros tibios brazos, remuevan seco tronco y comience nueva vida. Por ahora niño mío goza el sabor de tu fresco amor, sonrójame con tus grandes brazos y aléjate en un suspiro diciendo el va creciendo.
Escrito por : José Fevos Apolonio.
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